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Las ex monjas de Belorado vuelven a recusar a la jueza, esta vez por el caso de los lingotes de oro
La medida deja sin efecto del hipotético desahucio, fechado para ayer
La petición de recusación, que se sustancia en que la defensa duda de la imparcialidad de la jueza al disponer de información cruzada de los diferentes casos, no ha sido resuelta aún por la Audiencia Provincial de Burgos, que en caso de admitirla tiene que indicar a quién encarga continuar con el procedimiento
Las exmonjas de Belorado, que en mayo recusaron a la jueza que instruye la causa por la demanda de desahucio lo que provocó la suspensión del juicio oral previsto para el pasado 13 de mayo, han extendido la recusación para los procesos penales abiertos contra la exabadesa, por la venta de oro, y contra el arzobispo de Burgos, por coacciones y administración desleal.
Florentino Aláez, abogado de las religiosas excomulgadas hace un año por un delito de cisma, ha explicado a EFE que finalmente han recusado a la jueza titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Briviesca (Burgos) por la totalidad de los cuatro procedimientos que instruye vinculados a las exclarisas.
Así, el 7 de mayo presentaron el escrito de recusación para las causas civiles: la demanda de desahucio del monasterio burgalés interpuesta en septiembre de 2024 por el Arzobispado y otra demanda civil, en este caso presentada por las exmonjas en julio, por el nombramiento del arzobispo Mario Iceta como comisario pontificio.
Aláez ha indicado que, a continuación, han solicitado la recusación de la jueza en los otros dos procesos abiertos, en este caso penales: la investigación por la venta de 1,73 kilos de oro propiedad del monasterio por parte de la exabadesa, Laura García de Viedma, y por la que obtuvo casi 130.000 euros en enero.
Y la denuncia interpuesta por las exreligiosas contra Mario Iceta, en calidad de comisario pontificio de los monasterios de Belorado, Orduña y Derio, al que acusan de los delitos de coacciones, revelación de secretos y administración desleal, y que acudió a declarar a Briviesca el 7 de mayo.
La petición de recusación, que se sustancia en que la defensa duda de la imparcialidad de la jueza al disponer de información cruzada de los diferentes casos, no ha sido resuelta aún por la Audiencia Provincial de Burgos, que en caso de admitirla tiene que indicar a quién encarga continuar con el procedimiento.
Por el momento, la actuación de los abogados ha tenido como consecuencia la suspensión de la vista oral por el desahucio, prevista para el 13 de mayo, y ha dejado sin efecto el 10 de junio como la fecha señalada para un hipotético desahucio, sin que se sepa cuándo se van a poder retomar los procesos ni cómo.
Inscripción de las asociaciones
Florentino Aláez confía en que la Audiencia Provincial resuelva pronto la petición de recusación, y avanza que están vistos para sentencia los recursos contencioso-administrativo presentados en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid contra la decisión de no inscribir a las asociaciones civiles de Belorado y Derio.
Los ministerios de Interior y Justicia rechazaron la petición realizada por las exmonjas de transformar las asociaciones religiosas vinculadas a los monasterios en asociaciones civiles, al tiempo que sí que ha quedado anotado en los registros el nombramiento de Iceta como representante legal
Los ministerios de Interior y Justicia rechazaron la petición realizada por las exmonjas de transformar las asociaciones religiosas vinculadas a los monasterios en asociaciones civiles, al tiempo que sí que ha quedado anotado en los registros el nombramiento de Iceta como representante legal.
Para Aláez, la decisión que tome el tribunal madrileño puede ser clave para resolver el resto de procesos judiciales abiertos, en cuyo fondo radica en todos ellos a quién corresponde la representación legal de los monasterios de Belorado, Orduña y Derio tras el cisma, y la excomunión de las clarisas.
Sin arrepentimiento
Mientras los abogados esperan las decisiones judiciales, las exmonjas aprovechan los vídeos que difunde su jefe de prensa para ratificarse en su decisión de abandonar la Iglesia católica -lo volverían a hacer sin dudarlo-; acusar al Arzobispado de “jugar sucio”; y lamentar que se las está tratando “como malechoras”.
Sor Belén, la última en hablar, ha admitido que está siendo duro, sobre todo por la exposición pública a la que están sometidas; ha defendido que “se han empeñado en separar a las mayores” pero la decisión la tomaron “juntas”; y ha insistido en que el monasterio es “su casa” y que la Iglesia nunca las ha ayudado.
