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(ADN).- En un encuentro realizado en el Auditorio del Museo Arqueológico y Museo Cultural de Orellana (Macco), en la ciudad de Coca, se presentó el capítulo de la serie documental promovida por la Red Eclesial Panamazónica (Repam) y Signis ALC, dedicado a la vida, misión y legado de la misionera colombiana Inés Arango Velásquez, actualmente en proceso de beatificación por parte de la Santa Sede.
El lanzamiento se realizó en ocasión de la asamblea del Vicariato Apostólico de Aguarico, con la participación de religiosos, religiosas, misioneros, laicos comprometidos y voluntarios que continúan la misión por la que Inés entregó su vida: el cuidado de los pueblos amazónicos, la defensa de sus territorios y la protección de la Casa Común.
El acto fue presidido por Ximena Vizcaíno, secretaria de la Repam, y contó con la presencia de Mons. Adalberto Jiménez, obispo del Vicariato Apostólico de Aguarico.
Inés Arango, Terciaria Capuchina de la Sagrada Familia, dedicó su vida a acompañar a los pueblos indígenas en la Amazonía ecuatoriana, particularmente a las comunidades waorani. Su labor estuvo marcada por la cercanía, el respeto a las culturas y la opción decidida por la vida.
El 22 de mayo de 2025, el papa León XIV firmó el decreto que autoriza el proceso de beatificación de la hermana Inés y de Mons. Alejandro Labaka, con quienes compartió la misión y la entrega total por estos pueblos.
Durante la presentación, se recordó a Inés como una mujer que dejó todo por vivir entre los más vulnerables. Un testimonio incluido en el documental resalta: “La conocí en su casa en Quito y lo que más me llamó la atención fueron sus ojos y su sonrisa. Era una mujer acogedora, alegre, sencilla, capaz de reír y de hacer sentir en familia a quienes llegaban a la misión”.
El documental resalta la naturaleza de las misiones amazónicas, conocidas como “misiones de frontera”, donde la presencia de los misioneros no es colonizadora, sino respetuosa de las culturas locales. “Los misioneros no imponen a Dios, lo comparten. Son personas que caminan con la gente, que escuchan y que anuncian con la vida”, se escucha en uno de los relatos.
Inés acompañaba a las mujeres en sus necesidades cotidianas, preparaba alimentos junto a las familias y participaba activamente en la vida comunitaria. Se la describe como una mujer aparentemente frágil, “flaquita y pequeña”, pero con una fuerza interior inmensa, capaz de pedir permiso a su congregación para vivir en los lugares más apartados.
"Si un grupo se oponía a la explotación de un pozo petrolero, entraban con metralletas y los mataban. Inés y Alejandro arriesgaron su vida apostando por un encuentro pacífico, un encuentro de hermanos"
El documental muestra la difícil situación de los pueblos indígenas, quienes han enfrentado violencia, explotación petrolera y amenazas constantes a sus territorios. Un testimonio relata la crudeza de esa realidad: “Si un grupo se oponía a la explotación de un pozo petrolero, entraban con metralletas y los mataban. Inés y Alejandro arriesgaron su vida apostando por un encuentro pacífico, un encuentro de hermanos”.
El 21 de julio de 1987, Inés y Alejandro fueron asesinados mientras intentaban proteger a los pueblos en aislamiento voluntario. La noticia conmocionó a toda la región. “Yo sentí que de verdad el piso se me fue. Todo fue dolor, o sea, todo el pueblo era consternado de dolor”, recuerda una de las voces en el video.
En la ciudad, Inés también acompañó a mujeres víctimas de violencia, marginación y prostitución. Su deseo era que, sin importar las circunstancias, estas mujeres “supieran que hay un Padre Dios que las ama”.
"Su presencia significó para estas comunidades el primer reconocimiento de su dignidad y el respeto a su cultura"
El legado de Inés trasciende su martirio y sigue siendo una invitación a la fraternidad: “Inés nos sigue gritando que la fraternidad es posible, que el respeto a lo diferente es posible. Cada pueblo tiene mucho que regalarnos y que enseñarnos. Toda la humanidad es como una cesta de infinitos colores”, se escucha en uno de los mensajes finales.
El lanzamiento del documental fue también una invitación a la sociedad a sensibilizarse con la causa de los pueblos amazónicos.
El documental, fruto de la colaboración entre Repam y Signis ALC, tiene el fin de inspirar y movilizar a comunidades, instituciones y personas en todo el continente para que el sacrificio de Inés Arango se traduzca en acciones de cuidado, respeto con la Amazonía.
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