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Sor Lucía: "La ayuda a los necesitados es un poder unificador que trascienden credos y culturas"
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días agradece públicamente en un acto a las entidades sociales con las que colabora
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días celebró en Barcelona un acto de agradecimiento a las entidades sociales con las que colabora en Cataluña y en España
El encuentro, cargado de emoción y de espíritu fraterno, reunió a representantes institucionales, responsables religiosos y miembros de la sociedad civil en una cita que puso en el centro el valor de la gratitud y la solidaridad compartida
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días es una comunidad cristiana presente en más de 160 países y es conocida por su compromiso en proyectos humanitarios, de educación y de ayuda en emergencias: "el Evangelio no solo se predica con palabras", recuerda
Samuel López, a cargo de los comentarios finales, destacó que la gratitud no es solo un gesto, sino una fuerza espiritual capaz de transformar comunidades
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días celebró en Barcelona un acto de agradecimiento a las entidades sociales con las que colabora en Cataluña y en España. El encuentro, cargado de emoción y de espíritu fraterno, reunió a representantes institucionales, responsables religiosos y miembros de la sociedad civil en una cita que puso en el centro el valor de la gratitud y la solidaridad compartida.
Estuvieron presentes el responsable de Servicios de Bienestar para Europa de la Iglesia, Christian Ottiker, así como Craig Rees, misionero responsable de Servicios de Bienestar en España. También acompañaron el director general de Asuntos Religiosos de la Generalitat de Catalunya, Ramon Bassas Segura, la directora de la Oficina de Asuntos Religiosos de la Presidencia del Gobierno de España y el alcalde de Sant Cugat del Vallès, Josep Maria Vallès, municipio donde la Iglesia proyecta construir próximamente un templo y un centro comunitario.
La identidad y misión de la Iglesia
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días es una comunidad cristiana presente en más de 160 países, que busca seguir a Jesucristo como centro de la fe y de la vida. Su misión es invitar a todas las personas a acercarse a Dios, fortalecer a las familias y servir a la sociedad con obras de solidaridad. Conocida por su compromiso en proyectos humanitarios, de educación y de ayuda en emergencias, la Iglesia recuerda que el Evangelio no solo se predica con palabras, sino con acciones concretas de amor, esperanza y servicio.
Durante el acto, se rindió homenaje a las entidades con las que la Iglesia coopera en distintos ámbitos: Fundació Bayt Al-ThaQafa, Casa Ronald McDonald, Casal dels Infants, Centre Formació Folgado de València, Creu Roja Sabadell, Fundació del Convent de Santa Clara y Servicio Jesuita a Migrantes. Todas ellas recibieron un reconocimiento público que subrayó la importancia de las alianzas entre comunidades religiosas, organizaciones del tercer sector y voluntariado social.
El programa combinó intervenciones musicales con reflexiones espirituales y sociales. Se presentó un video titulado “Un refugio en la tormenta” y se escucharon testimonios sobre el impacto de las ONG en la comunidad. Sor Lucía Caram, en representación de la Fundación del Convent de Santa Clara, señaló que “la ayuda a los necesitados es un poder unificador”, recordando que la caridad y el compromiso con los más vulnerables son caminos comunes que trascienden credos y culturas.
Los comentarios finales estuvieron a cargo de Samuel López, Setenta de Área de la Iglesia de Jesucristo, quien destacó que la gratitud no es solo un gesto, sino una fuerza espiritual capaz de transformar comunidades.
Tras la oración y la foto de grupo, los asistentes compartieron un cóctel solidario y realizaron una visita guiada a las instalaciones del centro de la Iglesia en Barcelona, distrito de Sant Martí (calle Cantàbria 51), consolidando así un espacio abierto a la colaboración y al encuentro.
Este acto mostró que la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días se va arraigando cada vez más en Cataluña, creando redes de solidaridad y compromiso con entidades del tercer sector y con diversas confesiones religiosas. Su presencia, lejos de dividir, suma, enriquece y fortalece la vida social y espiritual de nuestra sociedad.
