Encuentro de las Comisiones Episcopales de Catequesis de Malta, Italia, Portugal y España

(CEE).- Los responsables de catequesis de las Conferencias Episcopales de Italia, Malta, Portugal y España han celebrado su encuentro anual en Jerez de la Frontera del 17 al 19 de marzo. En estas jornadas han compartido las diferentes acciones evangelizadoras y catequética que cada nación viene realizando, y se ha reflexionado sobre los retos que tiene la iniciación cristiana en estos momentos en cada Iglesia participante y en la europea.

Hacer nuevos cristianos es uno de los temas más importantes a llevar a cabo. Buscar el modo. Acompañar… La necesidad de abordar la iniciación a la fe de los niños y adolescentes y sus familias desde una clave catecumenal en la que se promueva y se potencie el encuentro con Jesucristo, el acompañamiento de la comunidad cristiana, la desescolarización de la catequesis, y en la que se implemente el primer anuncio como preámbulo de un proceso espiritual han sido temas de profundización. En la iniciación cristiana debe darse un giro, no en cuanto a su objetivo último, pero sí en lo referente al modo de transmitir la fe a las nuevas generaciones. En todas las naciones se buscan cauces que posibiliten el reto de la iniciación cristiana.

Ritual para la Iniciación cristiana de adultos

Por otra parte, todos los responsables vieron la necesidad de seguir presentando a los sacerdotes y a los catequistas de cada nación el Ritual para la Iniciación Cristiana de Adultos (RICA) como el camino eclesial de “hacer” nuevos cristianos. Es este un documento que debe seguir abriendo cauces para los procesos de iniciación a la fe, por lo que hay que conocerlo e implementarlo en las parroquias y diócesis.

Además, se consideró que el catecumenado y la catequesis de revitalización cristiana con adultos es necesario que se instituyan en cada diócesis como una prioridad. Los adultos son los destinatarios principales en estos momentos a los que hay que evangelizar y catequizar. Sobre ello es preciso no escatimar esfuerzos.

Los trabajos se conjugaron con la convivencia y fraternidad, con las celebraciones litúrgicas y un conocimiento de la cultura típica jerezana y los monumentos patrimoniales de la ciudad andaluza.