El Vaticano anima a "preservar las voces y rostros humanos" frente al impacto de la Inteligencia Artificial
"Tenemos grandes oportunidades. Al mismo tiempo, los riesgos son reales"
"El futuro de la comunicación debe ser uno donde las máquinas sean herramientas al servicio y a la conexión de la vida humana, y no fuerzas que erosionen la voz humana"
"La inteligencia artificial puede generar contenidos atractivos pero engañosos, manipulativos y dañinos, replicar prejuicios y estereotipos presentes en los datos de entrenamiento, y amplificar la desinformación mediante la simulación de voces y rostros humanos"
"Como católicos, podemos y debemos dar nuestra contribución, para que las personas – especialmente los jóvenes – adquieran la capacidad de pensar críticamente y crezcan en la libertad del espíritu"
"Preservar las voces y rostros humanos". Este es el tema de la 60 Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales que se celebrará en 2026, y en el que el Vaticano pone de manifiesto las posibilidades y riesgos de los avances tecnológicos, con especial cuidado a la Inteligencia Artificial.
En el mensaje, la Santa Sede subraya cómo "la tecnología influye en las interacciones como nunca antes: desde los algoritmos que seleccionan los contenidos en los feeds de noticias hasta la inteligencia artificial que redacta textos y conversaciones completas".
En este sentido, aclara Roma, "la humanidad hoy tiene posibilidades impensables hace solo unos años". Pero, "aunque estas herramientas ofrecen eficiencia y alcance, no pueden reemplazar las capacidades exclusivamente humanas de empatía, ética y responsabilidad moral", aclara.
Por ello, subraya el mensaje, "la comunicación pública requiere juicio humano, no solo patrones de datos", por lo que el desafío actual estriba en "garantizar que sea la humanidad la que siga siendo el agente guía". "El futuro de la comunicación debe ser uno donde las máquinas sean herramientas al servicio y a la conexión de la vida humana, y no fuerzas que erosionen la voz humana".
"Tenemos grandes oportunidades. Al mismo tiempo, los riesgos son reales", insiste la Santa Sede, que apunta que "la inteligencia artificial puede generar contenidos atractivos pero engañosos, manipulativos y dañinos, replicar prejuicios y estereotipos presentes en los datos de entrenamiento, y amplificar la desinformación mediante la simulación de voces y rostros humanos".
"También puede invadir la privacidad y la intimidad de las personas sin su consentimiento", advierte el mensaje, que sostiene cómo "una dependencia excesiva de la IA debilita el pensamiento crítico y las habilidades creativas, mientras que el control monopolístico de estos sistemas genera preocupaciones sobre la centralización del poder y las desigualdades".
"Como católicos, podemos y debemos dar nuestra contribución, para que las personas – especialmente los jóvenes – adquieran la capacidad de pensar críticamente y crezcan en la libertad del espíritu", culmina la nota, que considera "urgente introducir la alfabetización mediática en los sistemas educativos, e incluso la alfabetización en Medios e Inteligencia Artificial (MAIL)".