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"Cada vez somos más conscientes de la magnitud de la tragedia"
Desde que Aurora Aranda, directora de Cáritas diocesana de Valencia, empezó a ver por televisión, desde la capital de la Comunidad Valenciana, donde vive, las primeras imágenes de las inundaciones en su provincia, no ha dejado de sentir un cúmulo de emociones que nunca había experimentado con anterioridad. "Cada vez somos más conscientes de la magnitud de la tragedia", reconoce este viernes mientras la situación, todavía desbordante, continúa siendo analizada por ella y por su equipo de voluntarios que, sin pensárselo, han ido saliendo a las calles de todas las poblaciones afectadas para ofrecer su solidaridad.
"Es una tragedia que nos ha afectado a todos, pero sobre todo a aquellas familias que residían en viviendas más precarias y que fueron tragadas por las grandes acumulaciones de agua, barro y otros materiales que en muy pocas horas alteraron radicalmente la vida de cientos de personas", remarca Aranda antes de repasar el nombre de otros muchos afectados que, a pesar de no haber conocido nunca la vulnerabilidad económica y formar parte de la institución diocesana que dirige como voluntarios, también han sufrido graves consecuencias.
Cáritas diocesana de Valencia cuenta con un total de ocho vicarias de las que cuatro se encuentran en las zonas afectadas y, en este sentido, la esencia de la organización, como indica, se refleja a través de esta "capilaridad" territorial: "En casi todas las parroquias de las localidades que ahora mismo se encuentran con el tiempo parado, y sin otra opción vital que la de salir de este mal trago, hay equipos de Cáritas echando una mano y desarrollando acciones sociales y caritativas", señala Aranda.
Mientras recibe apoyo técnico de Cáritas Española, tal y como lo están haciendo las Cáritas de territorios como Albacete y Cuenca, la entidad dirigida por Aranda desea que al finalizar este fin de semana, coincidiendo con el inicio de noviembre, exista una mayor libertad de movimiento en estas poblaciones y, por tanto, crezca "la posibilidad de poner en marcha los proyectos de reconstrucción que habrá que impulsar", añade la valenciana.
"Hasta que no llegue ese momento —continúa—, Cáritas diocesana de Valencia se mantendrá como canalizadora de un soporte material que llega por parte de instituciones y empresas, así como de particulares de toda España". Un apoyo que no es exclusivamente económico, a pesar de haberse puesto una cuenta bancaria a disposición de quien quiera aportar su grano de arena: "El arzobispado de Valencia, por ejemplo, cederá antiguos conventos para que las personas que no pueden volver a su casa puedan dormir temporalmente, tal y como se hizo con los refugiados que vinieron a raíz de la guerra en Ucrania", subraya. "Somos cerca de 5.000 personas voluntarias, de las cuales 133 nos dedicamos profesionalmente, invirtiendo tantas horas como sea necesario, a mejorar la situación vital de todos nuestros vecinos y vecinas", concluye.
Caixa Popular ES19 3159 0078 5716 6338 6025
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