Cardenal Martínez Sistach: "Si la sinodalidad no sale adelante, el clericalismo seguirá existiendo"

(Catalunya Cristiana).- A sus 88 años, y desde la residencia sacerdotal San José Oriol de Barcelona, donde vive desde 2015, cuando pasó a la condición de emérito, el cardenal Lluís Martínez Sistach se mantiene muy activo escribiendo libros y artículos sobre temas candentes de la Iglesia como este último que se presenta hoy 5 de junio a las 18. Como destaca en el prólogo el cardenal Lorenzo Baldisseri, secretario general emérito del Sínodo de los Obispos, "es una aportación a la reflexión teológico-canónica y pastoral en curso, útil para los expertos y para todos aquellos que quieren conocer y vivir intensamente la sinodalidad en la Iglesia".

Así es como el arzobispo emérito de Barcelona, gran canonista y pastoralista, fruto de toda su experiencia como cura, obispo, arzobispo y cardenal, hace su aportación para acompañar este legado que el papa Francisco nos ha dejado por una Iglesia más sinodal. "Le ha llegado el momento a la Iglesia", afirma él mismo en el libro, "de aplicar la riqueza de la experiencia del trabajo eclesial sobre la sinodalidad estos últimos años y de poner en práctica el contenido del Documento final del Sínodo".

Como siempre que le visitamos en la residencia Sacerdotal San José Oriol, la conversación con el cardenal Sistach discurre entre hechos, anécdotas y reflexiones del pasado —con muchas referencias al dr. Narcís Jubany, de quien fue obispo auxiliar—, pero sobre todo con una mirada muy lúcida sobre el momento presente. Así, nos explica que le ha enviado una carta de felicitación al nuevo papa León XIV, junto con uno de sus libros best-seller, publicado en ocho lenguas: Las asociaciones de fieles (Facultad de Teología de Cataluña). Un Papa, León XIV, que define como "un hombre muy preparado en todos los aspectos y que ha dicho clarísimamente que quiere seguir al papa Francisco".

"León XIV es un hombre muy preparado en todos los aspectos y que ha dicho clarísimamente que quiere seguir al papa Francisco"

Recuerda un poco lo que ocurrió entre Juan XXIII y Pablo VI en relación con el Concilio Vaticano II. También el papa Francisco ha dejado un legado que compromete a su sucesor porque la aplicación de la sinodalidad todavía se alargará hasta el 2028. "La sinodalidad es importante pero a algunos les cuesta entender", reconoce Sistach, "La sinodalidad es un estilo de la Iglesia, es la comunión eclesial con la participación de todos, es el caminar". Es más, "una Iglesia sinodal debe vivir y actuar siempre, debe tener presente y futuro siempre".

Al cardenal Martínez Sistach le gusta destacar que el libro tiene una finalidad fundamentalmente práctica, que se dirige a todos los miembros de la comunidad, "porque el Papa no hará la Iglesia sinodal, sino que la haremos entre todos". Ahora bien, también reconoce que “el camino a recorrer no será fácil, porque hay que cambiar de manera de pensar, perder ciertos privilegios, dejar de dirigir para pasar a ser dirigidos”.

Y así, "se trata entre todos de ir caminando, admitiendo que hay unos miembros que tienen una función decisoria, que es la jerarquía, pero que no pueden ejercerla solos, sino con la participación de todo el Pueblo de Dios. La Iglesia no es una democracia, es una comunión. Cuando decimos que es una comunión parece que lo decimos lo decimos, pero decimos lo decimos, pero decimos el comunibo. consultivo tienen su razón de ser. Dicho esto, si el voto consultivo es unánime o muy general hay que seguirlo, a no ser que haya razones muy poderosas para no hacerlo muchas cosas más al respecto”.

Y como ha destacado en todas las entrevistas que ha hecho estos días, el cardenal Martínez Sistach se muestra convencido de que “si la sinodalidad no sale adelante, el clericalismo no termina, seguirá existiendo, porque todavía está ahí, porque todavía domina en la Iglesia”.

No es que haya mala intención, sino un estilo profundamente labrado a base de años. "La Iglesia es un proceso, semper reformanda, y así vivirá siempre. Esto nos da plena confianza en la acción salvadora de Jesucristo", concluye el cardenal.