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Denuncia "falta de respuesta institucional" a la salud mental en prisión
El director del Departamento de Pastoral Penitenciaria de la Conferencia Episcopal Española, José Antonio García Quintana, advierte en la memoria de Pastoral Penitenciaria de 2024, de la "creciente polarización política y la utilización sin escrúpulos con fines electorales del problema migratorio, especialmente magrebí".
En este sentido, en el documento revela una "falta de respuesta institucional" ante la creciente población que proviene de otros países y "que se ven abocados a delinquir y cumplen su pena en los recintos penitenciarios". "La falta de apoyo familiar, arraigo, vínculos sociales y muchos de ellos en edades muy tempranas nos ofrece un panorama oscuro sobre qué respuesta dar desde las instituciones sociales y comunitarias", alerta.
Asimismo añade que esta situación se agrava con la "creciente polarización política y la utilización sin escrúpulos con fines electorales del problema migratorio, especialmente magrebí".
Igualmente, muestra "preocupación constante" ante el aumento de la población con problemas de salud mental, la "falta de respuestas adecuadas" a los internos que provienen de otros países y "la siempre problemática atención a las mujeres que sufren la privación de libertad y que tienen cargas familiares fuera de la prisión".
En esta línea, explica que hay un aumento de casos diagnosticado y un déficit de atención psicológica y psiquiátrica, "lo que provoca situaciones de estrés y mucho trabajo entre los profesionales que trabajan en los recintos penitenciarios".
"Creemos que falta una respuesta institucional adecuada para esas personas con patologías graves de salud mental, donde puedan ser atendidas de la mejor manera posible y no criminalizar su enfermedad. Creemos que los recursos comunitarios, con la debida adaptación a la situación penal, podrían ser una solución", apunta.
También traslada su "preocupación" ante la disminución de capellanes dedicados en exclusiva a la atención de personas privadas de libertad. "Sin duda, que la disminución de las vocaciones sacerdotales y la atención a otras necesidades pastorales van influyendo en esta realidad", afirma. Si bien, valora "positivamente" la incorporación de laicos a las responsabilidades de la Pastoral Penitenciaria, bien como Delegados y como voluntarios.
Según se desprende de la memoria, la Pastoral Penitenciaria ha contado con 1.237 programas, 2.964 colaboradores y ha aportado 2.956.266,68 euros durante 2024. Dentro de los centros penitenciarios, se realizaron 612 programas religiosos, 398 programas sociales y 41 programas jurídicos, y fuera de ellos, 142 programas sociales y 44 programas jurídicos. Contaron con un personal de 2.047 voluntarios, 159 capellanes, 758 entidades colaboradoras y 813 actividades formativas.
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