El obispo de Tenerife comparece ante la Justicia tras comparar la homosexualidad con el alcoholismo

El obispo de Tenerife, Bernardo Álvarez, llegó esta mañana, al filo de las diez, a la sede de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife, para declarar ante la Fiscalía por sus declaraciones en las que comparó homosexualidad con alcoholemia, por si pudieran ser susceptibles de un delito de odio.

Bernardo Álvarez no ha querido hacer declaraciones a los medios de comunicación ni a la entrada ni a la salida del Palacio de Justicia de Santa Cruz de Tenerife. El obispo, que compareció ante la Fiscalía durante poco más de una hora, calificó la homosexualidad como "pecado mortal" en una reciente entrevista a la Televisión Canaria. Por este motivo, la Fiscalía ha abierto diligencias informativas para determinar si las palabras de Álvarez son constitutivas de un delito de odio.

El sindicato CCOO solicitó a la Fiscalía que investigase al obispo de Tenerife por sus declaraciones sobre la homosexualidad, porque considera que "pueden ser tipificadas como delito de odio".

Mientras, la asociación LGTBI Diversas lanzó una campaña en internet pidiendo el cese del obispo. Al respecto, Álvarez envió un comunicado de prensa en el que pidió perdón y admitió que no estuvo "acertado".

El obispo pidió perdón "a cuantos haya podido ofender con mis palabras, de manera especial a las personas LGTBI, a quienes expreso mi respeto y consideración".

Mazuelos: "Pongo mi mano en el fuego"

Quien sí ha hablado, y lo ha hecho en defensa de su hermano en el episcopado, ha sido el obispo de Canarias, José Mazuelos. En la rueda de prensa de anuncio del nuevo obispo auxiliar de la diócesis, Cristóbal Déniz, Mazuelos se mostró convencido de que Álvarez no odia a nadie. "Pongo mi mano en el fuego", ha manifestado.

"Ahora se trata siempre de "te denuncio". Es muy fácil denunciar, también para manipular muchas veces. Se dice una cosa, se coge con alfileres y se le da la vuelta, o se está más o menos acertado. Yo en las ruedas de prensa estoy muchas veces en tensión porque uno dice "veremos hoy cómo van a dar la vuelta a lo que yo diga"", ha añadido.

Para Mazuelos, el obispo de Tenerife no odia a nadie ni cree que "suscite odio" hacia nadie. "Eso lo tengo clarísimo", ha aseverado. "Pongo mi mano en el fuego de que don Bernardo no tiene odio a ninguna persona sea de la condición que sea y que seguirá luchando por la dignidad de las personas como hasta ahora a través de su Diócesis".

Mazuelos entiende que en muchas ocasiones hay un interés "grande" para acudir a la Justicia. "¿A qué vamos a los jueces?, ¿para qué?, para que estemos en los medios de comunicación continuamente porque después viene el juez y va a decir: "mire usted, déjese de rollos'", ha afirmado.