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El obispo de Teruel preside la misa solemne de despedida en una abarrotada Catedral, en Jaca
(Archivalencia).- El Santo Cáliz que se venera en Valencia ha sido acogido con enorme cariño y fervor en los dos días de su visita a dos enclaves de gran valor espiritual e histórico: el Monasterio de San Juan de la Peña y la Catedral de Jaca, donde ayer se celebró una multitudinaria misa solemne de despedida.
El obispo de Teruel, Mons. José Antonio Satué, natural de Huesca, donde ejerció varias responsabilidades pastorales, presidió esta celebración conclusiva y en ella propuso “tres caminos que pueden acercarnos a Cristo- del mismo modo que hoy lo hace este Cáliz entre nosotros: verdad, profundidad y solidaridad”.
En el contexto actual, “la verdad parece haber perdido valor y la falsedad no solo no se castiga, sino que a menudo se premia, la mentira se disfraza de opinión, se viraliza en las redes, y se normaliza en los discursos públicos, y esto es un veneno para la convivencia, para la justicia y para la paz” al que “hay que combatir con sinceridad y transparencia”.
Igualmente, hoy en día, “aturdidos por la prisa, por estímulos constantes y por destellos que brillan pero no iluminan, necesitamos recuperar el silencio, la contemplación y la reflexión”. Así, “todas las personas lo necesitamos, creyentes, agnósticas o ateas, si no queremos acabar siendo marionetas de la ingeniería social y esclavos de nuestros caprichos”, aseguró. “Y no olvidemos que Jesús se mantuvo fiel a su misión hasta derramar su sangre, la última gota de su sangre, la sangre que nos evoca el Santo Cáliz, porque no vivió una vida superficial”.
Y el tercer camino, señaló, es la solidaridad. “Finalmente estamos llamados, sobre todo quienes vivimos en sociedades privilegiadas, a renunciar a un crecimiento económico desordenado y a practicar una solidaridad más honda y más amplia, que abrace a quienes sufren a nuestro lado, a quienes vienen de lejos y a las próximas generaciones que tienen derecho a heredar un planeta hermoso y sano”.
Por ello, el Obispo de Teruel concluyó su homilía “pidiendo al Señor que nos dé ojos para ver la verdad, corazón para vivir con profundidad y manos para construir un mundo más justo y fraterno”.
La ceremonia fue concelebrada por los canónigos procedentes de la Archidiócesis de Valencia, Juan Damián Gandía, José Canet y Benjamín Martínez, junto al canónigo celador del Santo Cáliz, Álvaro Almenar que dirigió unas palabras de despedida invitando a todos a participar en el Año Jubilar Eucarístico del Santo Cáliz que celebraremos de Octubre de 2025 a Octubre de 2026 y que se inaugurará el último jueves de Octubre.
Por su parte, el Hermano Mayor de la Real Hermandad de San Juan de la Peña, Feliz Longás, volvió a reiterar su agradecimiento a la Archidiócesis de Valencia, al Arzobispo y al Cabildo de la Catedral de Valencia y también a la de Jaca “por la excepcional acogida y cercanía”.
Recogiendo palabras del mensaje de Mons. Satué, aseguró “que el privilegio que hemos tenido de contemplar el Santo Cáliz entre nosotros, y esa cercanía con nuestro Padre, nos lleve a aumentar nuestro compromiso con la autenticidad y la verdad, la búsqueda de momentos de silencio y reflexión, y de solidaridad en todos los ambientes en los que desarrollamos nuestro trabajo”.
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