Para entendernos, una fe capaz de «arrancar» árboles como la higuera o sicómoro, símbolo de solidez y estabilidad, para «plantarlo» en medio del lago de Galilea
Nada hay más urgente y decisivo para los cristianos que poner a Jesús en el centro del cristianismo, es decir, en el centro de nuestras comunidades y nuestros corazones
"Esta parábola es la crítica más implacable de Jesús a la indiferencia ante el sufrimiento del hermano"
"Hemos de evitar todo lenguaje discriminatorio para no despreciar ningún color, raza, creencia o cultura"
"Hemos de exigir que respeten nuestra cultura, pero hemos de reconocer sus derechos a la legalidad, al trabajo, a la vivienda o la reagrupación familiar"
"Para ser de Dios no basta formar parte del pueblo elegido ni darle culto en el templo. Es necesario mantenerse libre ante el Dinero y escuchar su llamada a trabajar por un mundo más humano"
"Algo falla en el cristianismo de los países ricos cuando somos capaces de afanarnos por acrecentar más y más nuestro bienestar sin sentirnos interpelados por el mensaje de Jesús y el sufrimiento de los pobres del mundo. Algo falla cuando pretendemos vivir lo imposible: el culto a Dios y el culto al Bienestar"
"La parábola más cautivadora de Jesús es la del 'padre bueno', mal llamada 'parábola del hijo pródigo'"
"Sin embargo, la parábola habla también del «hijo mayor», un hombre que permanece junto a su padre sin imitar la vida desordenada de su hermano lejos del hogar"
"El retorno del hermano no le produce alegría … Ha pasado toda su vida cumpliendo órdenes del padre, pero no ha aprendido a amar como ama él. Esta es su tragedia"
"Mientras nosotros seguimos clasificando a sus hijos e hijas, Dios nos sigue esperando a todos"
Todos sentimos en lo más hondo de nuestro ser el anhelo de libertad. Y, sin embargo, hay una experiencia que se sigue imponiendo generación tras generación: el ser humano parece condenado a ser «esclavo de ídolos»
"La invitación de Jesús es provocativa. Solo hay un camino para crecer en libertad, y solo lo conocen quienes se atreven a seguir a Jesús incondicionalmente, colaborando con él en el proyecto del Padre: construir un mundo justo y digno para todos"
En nuestra «civilización del poseer», casi nada hay gratuito. Todo se intercambia, se presta, se debe o se exige. Nadie cree que «es mejor dar que recibir». Solo sabemos prestar servicios remunerados y «cobrar intereses» por todo lo que hacemos a lo largo de los días
"Solo en la entrega desinteresada se puede saborear el verdadero amor, el gozo, la solidaridad, la confianza mutua"
La verdadera tolerancia no es «nihilismo moral» ni cinismo o indiferencia ante la erosión actual de valores. Es respeto a la conciencia del otro, apertura a todo valor humano, interés por lo que hace al ser humano más digno de este nombre
La tolerancia es un gran valor no porque no haya verdad objetiva ni moral alguna, sino porque el mejor modo de acercarnos a ellas es el diálogo y la apertura mutua
Dios está cerca de nosotros buscando hacer germinar, crecer y fructificar el amor y la justicia del Padre. Esta presencia de un Dios que no habla de venganza, sino de amor apasionado y de justicia fraterna, es lo más esencial del Evangelio
El gran pecado de los seguidores de Jesús será siempre dejar que el fuego se apague: sustituir el ardor del amor por la doctrina religiosa, el orden o el cuidado del culto; reducir el cristianismo a una abstracción revestida de ideología; dejar que se pierda su poder transformador
Acostumbrados a vivir la fe como una tradición familiar, una herencia o una costumbre más, no somos capaces de descubrir toda la fuerza que encierra para humanizarnos y dar un sentido nuevo a nuestras vidas. Por eso es triste observar cómo bastantes hombres y mujeres abandonan una fe vivida de manera inconsciente y poco responsable para adoptar una actitud increyente tan inconsciente y poco responsable como su postura anterior
"Hace tiempo que la sociedad moderna ha institucionalizado el consumo: casi todo se orienta a disfrutar de productos, servicios y experiencias siempre nuevas"
"Otro factor decisivo en la marcha de la sociedad actual es la moda. Siempre ha habido en la historia de los pueblos corrientes y gustos fluctuantes"
"Otro rasgo que marca el estilo moderno de vida es la seducción de los sentidos y el cuidado de lo externo"
"Del Padrenuestro se ha dicho todo. Es la oración por excelencia. El mejor regalo que nos ha dejado Jesús. La invocación más sublime a Dios. Y, sin embargo, repetida una y otra vez por los cristianos puede convertirse en rezo rutinario"
"Es bueno que nos detengamos de vez en cuando a reflexionar sobre esta oración en la que se encierra toda la vida de Jesús. Pronto nos daremos cuenta de que solo la podemos rezar si vivimos con su Espíritu"
Las vacaciones tendrían para nosotros un contenido nuevo y enriquecedor si fuéramos capaces de responder a estas dos sencillas preguntas: ¿cuáles son las pequeñas cosas de la vida que la falta de sosiego, de silencio y de oración han agrandado indebidamente hasta llegar a matar en mí el gozo de vivir?, ¿cuáles son las cosas importantes a las que he dedicado poco tiempo, empobreciendo así mi vida diaria?
Se diría que vivimos en actitud de guardia permanente ante quien puede amenazar nuestra felicidad. Y, cuando no encontramos otra manera mejor de justificar nuestra huida ante personas que nos necesitan, siempre podemos recurrir al hecho de que «estamos muy ocupados»
Según Jesús, solo hay una manera de «ser humano». Y no es la del sacerdote o el levita, que ven al necesitado y «dan un rodeo» para seguir su camino, sino la del samaritano
"El Evangelio no es solo ni sobre todo una doctrina. El Evangelio es la persona de Jesús: la experiencia humanizadora, salvadora, liberadora que comenzó con él. Por eso evangelizar no es solo propagar una doctrina, sino hacer presente en el corazón mismo de la sociedad y de la vida la fuerza salvadora de la persona de Jesucristo. Y esto no se puede hacer de cualquier manera"
"El testimonio tiene primacía absoluta. Las estructuras son necesarias precisamente para sostener la vida y el testimonio de los seguidores de Jesús. Por eso lo más importante no es tampoco el número, sino la calidad de vida evangélica que puede irradiar una comunidad"
«Seguir» a Jesús es una metáfora que los discípulos aprendieron por los caminos de Galilea. Para ellos significa en concreto: no perder de vista a Jesús; no quedarse parados lejos de él; caminar, moverse y dar pasos tras él
Dos eran los problemas más angustiosos en las aldeas de Galilea: el hambre y las deudas. Era lo que más hacía sufrir a Jesús. Cuando sus discípulos le pidieron que les enseñara a orar, a Jesús le salieron desde muy dentro las dos peticiones: «Padre, danos hoy el pan necesario»; «Padre, perdónanos nuestras deudas, pues también nosotros perdonamos a los que nos deben algo»
Lo primero es no perder su perspectiva fundamental: dejarnos afectar más y más por el sufrimiento de quienes no saben lo que es vivir con pan y dignidad. Lo segundo, comprometernos en pequeñas iniciativas, concretas, modestas, parciales, que nos enseñan a compartir y nos identifican más con el estilo de Jesús
"El verdadero creyente no cae ni en el legalismo ni en la anarquía, sino que busca con el corazón limpio la verdad"
"Cuando vive esta experiencia del Espíritu, el creyente descubre que ser cristiano no es un peso que oprime y atormenta la conciencia, sino que es dejarnos guiar por el amor creador del Espíritu que vive en nosotros"
"Difícilmente puede esta sociedad entender o aceptar una vida acuñada por el Espíritu"
"La bendición es una práctica arraigada en casi todas las culturas como el mejor deseo que podemos despertar hacia otros"
"Bendecir es querer el bien de manera incondicional y sin reservas. Querer la salud, el bienestar, la alegría... todo lo que puede ayudarles a vivir con dignidad"
"Bendecir es desearle a alguien el bien desde lo más hondo de nuestro ser, aunque no somos nosotros la fuente de la bendición, sino solo sus testigos y portadores"
El cristiano está llamado hoy a vivir su fe en actitud de búsqueda responsable y compartida. No da igual pensar cualquier cosa de la vida. Hemos de seguir buscando la verdad última del ser humano, que está muy lejos de quedar explicada satisfactoriamente a partir de teorías científicas, sistemas sicológicos o visiones ideológicas